Madre, un día en el malecón, un tipo alto y fornido te faltó el respeto. Yo estaba muy pequeño, además de delgado y enclenque ¿lo recuerdas? A ese hombre me le enfrenté y me dio un golpe en el “chipito” que todavía me duele. Te dijo cosas feas que tú no merecías; eres guapa con tu cabello negro extendido; un cuerpo hermoso que las madres de mis amigos sienten envidia. Por ser tan alta y esbelta yo me agarraba de tu falda para no perderme en aquel enjambre de gente amargada y de caras descoloridas.
Con tu caminar airoso, con tu cabello que se lo lleva la brisa, tus ojos grises y grandes, salimos de allí, de ese cuadro dantesco que a mí me daba miedo, pero tú como eres tan fuerte no mirabas hacia los lados; sólo hacia el frente como los soldaditos de plomo que me regalaste la semana pasada, ¿no lo has olvidado? Papá te espera en el frente de la casa de San Ramón, luego de pasearnos desde Maracaibo en aquel autobús de madera que daba brincos como un potro salvaje; los dos nos acomodamos en el asiento trasero para ser los últimos en morir por si aquel bicho chocaba; tú linda y contenta me abrazabas para no caer el piso; las carreteras de polvo seco nos conducían con lentitud, hacia el pueblo de la cebolla, como se conocía para entonces a San Francisco.
Yo te preguntaba ¿Por qué eres tan hermosa mamita? Y tú rojita la cara por el piropo, me respondías: no sé, es el aire de mi tierra lo que me tiene así; mentira mamita, fueron tus papás Teódulo Villasmil y Sara León, quienes te hicieron tan bonita. No digas eso hijo, tus tías también son hermosas como yo, como tú dices, y trigueñas como el color de la tierra. Y esos ojos, mamita ¿de dónde vinieron? De los cielos de Dios, mijo. Y ese andar tan bello que rompe las olas del mar, de ¿dónde viene?, de Dios mi amor, él quiere que yo sea así. Te quiero como eres, si fueses fea también te quisiera, pero eres bella, papá se vuelve loquito por ti; ayer se peló el poco pelo que tiene. ¿Por qué es calvo papi, mami? no sé, la mayoría de los cañaderos son así: blancos, altos y hermosos ¿Hermoso papi, mami? Sí, yo lo veo así porque lo quiero.
Mami dime una cosa, que será de mi cuándo sea grande. Serás digno de ti mijo, de la gente; estudia, por eso vas al Liceo y después a la Universidad, yo no pude hacer nada de eso, ni el periódico puedo leerlo, no sé escribir ni leer mijo. Pregúntale a tu padre, él si sabe leer y escribir aunque en los negocios ha fracasado. ¿Por qué ha fracasado papi, mami? por darles a ustedes lo que necesitan para cuando sean mayores……gracias mamita. Y dime una cosa…cuándo el tiempo pasa ¿Qué pasa? Tú y tus hermanos crecen, se convertirán en hombres y mujeres y tu papá y yo envejeceremos y moriremos. ¿Por qué eso es así mami? Es la ley de la vida mi cielo bello
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